El Búho Viajero

“Soledad. Otro huésped al olvido, otra brizna perdida en el anhelo de volar lejos”. Lo escribía el poeta más singular de esta tierra, Basilio Fernández. Lo decía de sus tierras del Alto Torío, un río que nace entre despoblados, que desciende entre rocas e historias arrinconadas, tan bellas como la de la Mina Profunda, aquella despensa de cobre que hoy también es soledad. Pero logra volar lejos, horadar el corazón de piedra de las Hoces de Vegacervera, regar los corazones negros de carbón de los montes de Matallana y caminar a lomos del tren de Feve por las vegas bajas para bordear la capital sin partirla, a orillas de ese pulmón verde que es la Candamia. Marcha Puente Castro abajo, quiere ser mar en ese anhelo de volar lejos.